1/07/2014

Las comparaciones son odiosas y.... ¿repetitivas?

Insidious 2” es una cinta que en su intento de dejar con la boca abierta al espectador ahonda inconclusamente en su esencia de terror psicológico. Una lástima que su predecesora, tanto en esquemas como en procederes sea casi un calco de esta segunda entrega. Toda originalidad y alarde creativo quedan erosionados por la reiteración de figuras dramáticas que ya fueron empleadas con anterioridad. Cierto es que toda la intriga y el ápice de terror que le faltaban a la película anterior se recuperan en ciertos momentos del metraje, sin embargo, la tendencia a la fábula fantástica y rotunda y el giro de guion se convierten en armas de sobra conocidos para los seguidores de su director, James Wan.

Tras una primera entrega que se fue corrompiendo conforme avanzaban los minutos ante la pantalla, aparece ahora esta segunda cinta del fenómeno llamado “Insidious” que parece ser el mejor y mayor ejemplo actual de la evolución del cine de terror (muy por encima de “Paranormal Activity”). Tras un final de respingo, esta segunda edición comienza con la familia Lambert viviendo en la casa de la madre de Josh. Creyendo que todo ha terminado, la amenaza no ha hecho más que comenzar. El asesinato de Elise a manos de Josh, no ha hecho sino aumentar las sospechas de que la extraña mujer que se aparecía en los sueños de su infancia ha conseguido apoderarse de él para hacer que sus propósitos más oscuros se conviertan en realidad. 



Una trama que desborda por su imaginación, una serie de flashbacks aclaradores (siempre un elemento auxiliar imprescindible), unos hilos argumentales sorprendentes por momentos (escenas recuperadas de la primera entrega que tendrán sentido ahora que veamos la segunda. Ya verán.), la incorporación del personaje de Carl, quien conecta con el más allá por medio de unos misteriosos dados (de lo mejor del filme) y la pareja humorística que aparecía ya en la primera película, hacen de “Insidious 2” una cinta con muchos detalles positivos. 

No obstante, el modo de proceder en los acontecimientos, así como la similitud con la anterior entrega, le restan protagonismo a todos los detalles. Apariciones, amenazas físicas, algún que otro salto en la butaca, un poco de investigación para averiguar el origen del problema, una conexión con el más allá gracias a unos dados (que vienen a sustituir a Elise y su máscara), la reaparición de ésta (escena imperdible por la cara que pone, cual heroína), el hijo que se introduce en el más allá para traer a su padre de vuelta (en la primera era al revés); todos ellos, patrones demasiado parecidos a sus predecesores.

Una vez más, la pareja de personajes de lo paranormal vestidos con corbata son de lo mejor de la película, aportan la dosis ácida y humorística necesaria para restar tensión a un filme que por momentos se pierde en un argumento cuyo giro lo encontramos en forma de travestismo. Han leído bien.



Por lo demás, si bien el producto es muy similar al del filme anterior, quien vea esta película sabrá lo que quiere ver y lo que va a ver. Entretenimiento, sustos, miradas enigmáticas, ruidos que empiezan y solo acaban cuando la persona que los oye se encuentra lo suficientemente cerca como para averiguar quién los produce, etc. Una propuesta un poco menos fantástica que la anterior, tal vez más involucrada con el miedo pero igual de caótica en su evolución. Lo cierto es que las comparaciones son odiosas y tanto en la anterior como en esta nueva entrega parece que Wan, por el momento, ha alcanzado una cota difícil de superar en el género con la aclamada “The Conjuring”.

En cualquier caso, habrá tercera parte y Wan no la dirigirá, una mala noticia de antemano aunque habrá que ver por qué derroteros caminará “Insidious” para saber si el relevo ha sido una buena decisión.

• Desarrollo Argumental: 79
• Guion: 55
• Interpretación: 68
• Ost: 75
• Efectos especiales: 86