1/08/2014

Controversia salvada con dignidad

Con un tema controvertido, siempre abierto a diferentes interpretaciones y muchas veces maltratado por la industria cinematográfica se presenta “Hereafter”, un intento sagaz de Clint Eastwood de emplear un suceso real, como fue el Tsunami de 2004 en el sudeste asiático, para entretejer la ficción en torno a una serie de escenas narrativas con altibajos e historias intermitentes en su interés, todo ello para desbocar en un final edulcorado al más puro estilo Hollywood. Un filme a la altura de su director, a sabiendas de la dificultad de defender un guion tan complejo y a la vez, con tanta dignidad.

Hereafter” es una nueva carta de presentación tras la cámara del afamado como actor y director Clint Eastwood. Tras grandes filmaciones como “Million Dollar Baby” o “Los puentes de Madison”, “Cartas desde Iwo Jima”, la gran “Mystic River” o “Gran Torino”, donde filmaba la muerte de su propio alter ego cinematográfico para centrarse definitivamente en su prolífica carrera como director, en esta cinta, la pregunta que se lanza al espectador es clara y a la vez confusa, por cuanto se desconoce del tema: ¿hay vida más allá de la muerte?

La película trata de imbuir al público en una pompa de credibilidades sustentadas en una serie de experiencias cercanas a la muerte de sus protagonistas. La primera historia es la de Lonegan (Matt Damon), un norteamericano que es capaz de hacer “lecturas” con gente que acaba de fallecer. Su vida parece insulsa a los ojos del espectador pero enseguida nos damos cuenta de la gran carga dramática que Lonegan lleva consigo. Un personaje que se lucraba de su don hasta que empezó a identificar tal don como un castigo, lo que le obligó a dejar su empleo, apartarse de la gente, vivir en soledad y atormentado e incluso alejarse de su hermano, quien pretende orientar su don hacia la senda del dinero.



La segunda historia, la más impactante, la protagonizan dos jóvenes gemelos de Londres. Hijos de una madre drogadicta, su trama resulta espeluznante e impactante ante los ojos de un espectador que parece despertar ante la película justo cuando se comienza a revelar su trama. Amor, conflicto, pérdida, tristeza. Lo cierto es que deja con ganas de saber más y a cambio, perdonar las otras dos historias complementarias del filme. Sin duda la parte más brillante. El niño, que pierde a su hermano en un accidente de tráfico nefasto, no cejará en su empeño de encontrar a alguien que le ayude a hablar por última vez con él. He aquí la conexión con Lonegan.



La última historia aporta el toque de realidad a la cinta. Cécile es una periodista francesa que pasa las navidades de 2004 en el sudeste asiático. El Tsunami que en ese momento se produce (escena espectacular que da arranque al filme. De lo mejor) está a punto de causar su muerte pero justo cuando parece que va a morir vuelve a la vida. Es lo que ha visto a medio camino lo que la convence de que hay algo más allá, la obligará a contactar con el mundo científico para interesarse e incluso se convence a escribir un libro con su revelación. El nexo de unión con las otras tramas lo encontramos justificado en el amor con el personaje de Lonegan, suceso que no ocurre hasta el final de la película y que da el toque edulcorado prescindible y previsible a la historia de ambos. Digno final hollywoodiense.

La película salva con dignidad cada uno de los temas que mayor controversia pudieran generar. Los gemelos y su historia, aportan un toque de conmoción al relato que lo hace sin duda más interesante. Damon no está estelar pero su interpretación es realmente buena. En conclusión, un filme que entretiene a pesar de que se escape algún bostezo debido a su intermitencia en la narración pero que hace que uno salga del cine preguntándose lo mismo que la película: ¿qué hay después de la muerte? Cuando menos cinco minutos de dudas.

Tal vez, el principal fallo de la cinta se encuentre en su inevitable tendencia a enfrentar ciencia y religión. Una confrontación que hace que la película resulte demasiado común en comparación a otras similares en argumento.