Vivimos en la actualidad el mejor momento en la carrera de un actor que comenzó su andanada en esto del cine, entre comedias románticas sin sentido y gags que no le hacían justicia ni al peor de los actores. Por fín una cadena de papeles decentes en "The Wolf of Wall Street" (donde su aparición no excede los diez minutos pero no por ello deja de ser del todo brillante), "Dallas Buyers Club" (encarnando a un cowboy traficante infectado con VIH que no tiene nada que perder y que le puede valer el Oscar si atendemos a las análisis de todos los críticos expertos) y la serie de la HBO "True Detective" (dando vida al personaje de Rust Cohle, sencillamente de lo mejor de la Televisión en la última década, interpretación brillante) parecen haber consagrado a Matthew Mcconaughey definitivamente. Ahora grandes directores llaman a su puerta.
Toda vez que Christopher Nolan (director de la afamada trilogía de "Batman: The Dark Knight") ha contado con él para la película "Interstellar", que promete ser una de las cintas del año aunque habrá que esperar al final de este para verla, Mcconaughey ha firmado ahora en el rol protagonista de la cinta "Sea of Trees" del director Gus Van Sant ("Milk", entre otras). El argumento de la cinta se centra en un estadounidense que viaja al Mar de Árboles, un bosque ubicado en las proximidades del Monte Fuji al que la gente acude para suicidarse. Con el propósito de acabar con su propia vida, conocerá a un japonés llamado Watanabe, quien iba al lugar con el mismo objetivo, ambos aprenderán a darle un nuevo sentido a sus vidas.
De este modo la carrera de Mcconaughey sigue al alza.
